Orar de rodillas en la Biblia
Diferentes pasajes de la Biblia nos muestran momentos en que hombres y mujeres de fe se hincan de rodillas sintiendo profundamente la presencia del Señor.
Incluso Jesús ora de rodillas. En el momento más terrible de su vida se le ve arrodillarse para la oración de la agonía en el Huerto de los Olivos (Lucas 22, 41), "caído en tierra" (Marcos 14, 35) o con "el rostro contra la tierra" (Mateo 26, 39).
Orar de rodillas es una postura normal en la oración para expresar la súplica en la adoración (Efesios 3, 14) y para reconocer que "en el nombre de Jesús toda rodilla se dobla en el cielo y en la tierra" (Filipenses 2, 9-11).
Y, así, en otras ocasiones se nos presenta la fuerza de postrarse de rodillas en señal de humildad, como Jesús que se humilla ante sus discípulos lavándoles los pies para mostrarles la vida en clave de servicio.
Porque orar de rodillas, en el silencio del aposento, es una hermosa manera de hacer apostolado, de evangelizar, de ser testigos del Evangelio.